Qué bueno es volver a ser niño, volver a sentir esa inocencia que te hace reír por cualquier cosa, volver a disfrutar de la magia de los detalles de la vida y utilizar su imaginación.
Si te remontas a la niñez y describes esa maravillosa etapa recordarás que eras más ingenuo, tenías mayor capacidad de asombro, solías ser emotivo, más flexible, juguetón, sincero, sin preocupaciones, sin dramas ni complejos y sobretodo vivías en el presente.
Cuando nos tocan la fibra de volver a ser niños, se nos despiertan ciertas emociones o sensaciones que a diario tenemos olvidadas.
Todos fuimos niños una vez y, aunque parezca extraño, todos conservamos en nuestro interior a ese niño que un día fuimos.
Ese niño, sigue en nosotros (queramos o no) y nos condiciona e influye en nuestro presente.
Todas las personas mayores fueron al principio niños, aunque pocas de ellas lo recuerdan. — El Principito, Antoine de Saint-Exupery
La marca de agua Evian ha creado «Baby & me» para, además, arrancarte una gran sonrisa. Muy ingeniosa la publicidad, muy curiosa.
Todo comienza con un encuentro impresionante: muestra una calle llena de gente redescubriendo, con movimientos de baile, su juventud interior; cómo sus reflexiones revelan las versiones del bebé de su yo adulto.
Caminando por la calle, un hombre se encuentra cara a cara con su reflejo en el espejo, pero en vez de ver su propio rostro, ve una versión bebé de sí mismo. Mirando a su alrededor, se encuentra con que las personas a su alrededor están teniendo la misma experiencia.
Cada persona de la escena descubre rápidamente que está conectada con su bebé interior y crea una sensación de libertad, de dejarse llevar, un frenesí espontáneo y comunicativo.
Como el frenesí se afianza, el grupo comienza a bailar. Es verdaderamente asombroso ver este anuncio donde adultos y bebés bailan de forma simultánea delante de un espejo, sincronizados.
Todos llevamos un niño dentro, y este espectacular anuncio te hará sacar el tuyo. Nunca podrás volver a ser niño, pero hay cosas de la niñez que no debemos perder por ser adultos y tener responsabilidades: reír a carcajadas, imaginar, soñar, divertirse, ser libre y creativo, espontáneo, sin miedo al ridículo, ver las cosas como si fuera la primera vez, decir a las personas lo que necesitas…
Debemos escuchar al niño que fuimos un día y que existe dentro de nosotros. Ese niño entiende de instantes mágicos.
¿Qué sensaciones te va a transmitir el vídeo? ¿Cómo vas a conectar con tu niño/a interior? ¿Qué cualidades del niño/a que fuiste te gustaría recuperar? ¿Cuándo fuiste niño/a por última vez? ¿Qué te aportó ser niño/a? ¿Qué necesitarías para ser niño/a más veces?
«Yo te miro,
yo te miro sin cansarme de mirar
y que lindo niño veo
a tus ojos asomar»
Gabriela Mistral (1889 – 1957) – Poetisa, diplomática, feminista y pedagoga chilena.
Es en el juego, solamente, donde el niño o el adulto son capaces de ser creativos y de usar el total de su personalidad, y sólo al ser creativo se descubre a sí mismo el individuo.
Disfruta del vídeo.
Fuente:
https://www.youtube.com/watch?v=pfxB5ut-KTs&list=PLSTz8jpJdr5pn9LFw-pXbg0IOFy2Z_td
Deja un comentario