Conocer cómo funciona el mecanismo de los celos y qué los desata no es suficiente. Hay que reconocer si tienes celos y aceptar este sentimiento. Si lo niegas querrás mostrar al otro como culpable de algo que es tuyo. Debes revisar tus pensamientos, las emociones que te provocan y las acciones que llevas a cabo. Debes relativizar las cosas y mantenlas en su justa perspectiva.
Son celos cierto temor tan delgado y tan sutil,
que si no fuera tan vil, pudiera llamarse amor.
— Lope de Vega (1562-1635) Poeta, novelista y dramaturgo español
Según la definición de Wikipedia, «los celos son una respuesta emocional que surge cuando una persona percibe una amenaza hacia algo que considera como propio. Comúnmente se denomina así a la sospecha o inquietud ante la posibilidad de que la persona amada preste atención en favor de otra. También se conoce así al sentimiento de envidia hacia el éxito o posesión de otra persona».
Los celos son sentimientos destructivos que corrompen los lazos de amor y matan las posibilidades de avance en cualquier relación. Los celos, en general, son un cóctel de diferentes elementos tóxicos entre los que se encuentran el miedo, la envidia, la rabia, la inseguridad o el dolor.
Los celos de pareja surgen cuando creemos que nuestra relación está siendo amenazada y se desata en nosotros el miedo a la pérdida del ser querido.
Las personas presas de los celos que no se atreven a resolverlos ni a comunicarse con su pareja están atrapadas en las redes del victimismo, de la sospecha y de los deseos de venganza. ¿Son tus celos fundados o producto de suposiciones o de tu imaginación?
Si existe una amenaza real que puede hacer peligrar la vida de pareja es normal que aparezcan los celos. Si los celos son reales, es muy aconsejable hablar con la pareja para exponerle de manera adecuada cómo te sientes y hacer frente a la situación desde tu papel de adulto: pregúntale qué está pasando.
Tienes derecho a saber y a preguntar, aunque no te guste la respuesta, y tomar la decisión más inteligente para ti: elegir si quieres vivir alrededor de la cadena de los celos o si deseas ser libre y vivir el amor en plenitud con otra persona, aunque esto ni siquiera sea una opción en tu vida en ese momento.
Si los episodios de celos son constantes y están infundados, es bueno averiguar qué parte de ti está gritando desde tu interior que la sanes. Esa reacción exagerada es la prueba de que algo no va bien en ti. Te está afectando física, emocional y mentalmente. No se puede vivir con el miedo permanente a perder a la pareja.
Los celos son inseguridades (falta de autoconfianza) de nosotros mismos que proyectamos hacia nuestra pareja o hacia los demás. Suelen ser sentimientos patológicos derivados de algún conflicto interno nuestro por resolver, los traemos como un lastre de alguna relación pasada en la que hubo engaño o proceden de experiencias familiares.
A mi entender, el sentimiento de los celos está demasiado «normalizado» por la sociedad actual. Claro está que no me refiero a los celos infantiles (sentimientos de los niños por el sentido de propiedad) sino a los celos de jóvenes y adultos, derivado también por ese sentido de la «propiedad» mal interpretado, puesto que nadie es «propiedad» ni «pertenece» a alguien.
O’Neill comentaba: “Los celos no son naturales ni inevitables. Son una respuesta aprendida culturalmente; los celos no son una función del amor, sino de la inseguridad y la dependencia”.
El que es celoso, no es nunca celoso por lo que ve; con lo que se imagina basta. — Jacinto Benavente
¿Tienes celos? ¿Es un sentimiento que te devora por dentro? Trata de hablar con tu pareja tranquilamente acerca de ello. Dile cómo te sientes. Merece la pena hacerlo porque de lo contrario los celos pueden destruir por completo a una pareja y dejan fuertes huellas en nuestro interior.
Creo que deberíamos reflexionar, en caso de ser «atacados» por los celos, sobre el motivo de estos y replantearnos la relación que existe con la otra persona.
Fuente:
Helena López-Casares
Deja un comentario