
Hay un fenómeno psicológico muy interesante al que estamos expuestos diariamente y del que no somos muy concientes: los colores influyen en la vida diaria. Es lo que los científicos llaman la psicología del color. La exposición a un determinado color puede producir una reacción y una emoción determinada. Normalmente atribuimos ciertas sensaciones al día, al cuerpo… sin saber la influencia que los colores nos causan en los cambios de humor.
¿Cómo afecta el color a las personas y por qué pasa esto?
Para empezar a entender por qué somos afectados por la gradación cromática debemos partir de una pregunta básica: ¿qué son los colores?
Cuando la luz blanca pura pasa por un prisma, se descompone en colores visibles. Cada una de estas impresiones tiene una longitud de onda y pueden combinarse entre si para dar lugar a nuevos colores. Nuestra retina funciona como un prisma que capta tal información.
Como el color es luz y energía que captan nuestros ojos, esta información estimula el cerebro, totalmente conectado a ellos.
La forma en que se produce el fenómeno es la siguiente: las diferentes longitudes de onda captadas por nuestra retina se convierten en impulsos eléctricos que llegan al sistema nervioso, específicamente al hipotálamo, centro rector de los procesos hormonales y endocrinos. Estas señales desencadenan estados diversos en el organismo: tristeza, alegría, excitación, rabia, entre otros.
La explicación de este fenómeno es mucho más profunda porque implica no sólo un conjunto de estímulos eléctricos y una respuesta incondicionada. Toda nuestra evolución social nos ha llevado a desarrollar un plano psicológico importante que pasa por valores, creencias, tradiciones, etc. La simbología, definida desde la cultura, nos hace dotar a los colores de significados.
La interacción entre nuestro sistema nervioso (dando respuesta a señales físicas) y el caudal de símbolos que hemos heredado de la sociedad, da como resultado una psicología del color: cada color nos afecta las emociones y estados de ánimo de una manera particular.
Se sabe que hay colores que tienen significados universales y funcionan para muchas culturas, pero también los individuos hacen su propia escala. Los colores del espectro del rojo son los llamados colores cálidos y producen un rango de sentimientos que van desde el confort hasta la irritabilidad (rojo, carmesí, amarillo, naranja).
Los colores del espectro del azul son llamados los colores fríos y nos suelen calmar, pero también pueden provocar tristeza o indiferencia: (azul, verde, morado). Veamos, con el ejemplo de los colores de las habitaciones de nuestra casa, algunas propiedades de los colores y cómo afectan al estado de ánimo en las personas:
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El Rojo, intenso y emocional, se la llama el color del amor. Es símbolo de energía, de fuerza y excitación, también de agresividad. Aumenta la energía de la habitación. Es una buena opción para suscitar entusiasmo, especialmente por la noche. En el comedor, reúne a la gente y estimula la conversación. En una entrada, se crea una primera impresión fuerte.
Se ha demostrado que el rojo sube la presión arterial, la velocidad de respiración y el ritmo cardíaco: El rojo, el color más intenso, bombea la adrenalina como ninguna otra tonalidad. El rojo se considera demasiado estimulante para los dormitorios, pero si sólo estás en la habitación por la noche lo verás únicamente con la luz de la lámpara, cuando el color aparece apagado, enriquecido y elegante.
- El Carmesí puede irritar, invocando sentimientos de ira y hostilidad. Se debe evitar como color principal de la habitación. Estar durante largos periodos de tiempo en un cuarto pintado de este color es probable que afecte la paz y armonía que se pretende crear en el hogar.
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El Amarillo es otro color emocional, más relacionado con la confianza, la seguridad, el optimismo y la creatividad. En lo negativo con la depresión y el suicidio. Atrae la alegría del sol y comunica felicidad.
Es perfecto para cocinas, comedores y baños pues les da alegría, energía y vitalidad. En pasillos, entradas y espacios reducidos, el amarillo puede ser muy acogedor. A pesar de es un color alegre, no es una buena elección para usar como color principal para diseñar una habitación.
Hay estudios que demuestran que las personas son más propensas a perder los estribos en un interior amarillo y que los bebés también lloran más en una habitación de este color. En grandes cantidades, el color tiende a crear sentimientos de frustración y enojo. En cromoterapia, el amarillo se cree que estimula los nervios y purifica el cuerpo.
- El Naranja es el color de la sensualidad y la abundancia. También de inmadurez y frivolidad. Despierta emoción, entusiasmo y da energía. No es buena idea para una sala de estar o dormitorios, pero si para un cuarto de ejercicios, pues pondrá en evidencia todas las emociones que necesitas liberar durante su rutina de ejercicios. En las culturas antiguas se creía que el naranja curaba los pulmones y aumentaba la energía.
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El Azul, opuesto al rojo, es el color intelectual. Causa paz y tranquilidad. Se le asocia con la tristeza y la frialdad. Se dice que reduce la presión arterial, ralentiza la respiración y el ritmo cardíaco. Se considera un color calmante, relajante y sereno. Se suele recomendar para dormitorios y baños. Sin embargo, un azul pastel puede llegar a ser desagradable y frío cuando está en las paredes y muebles, principalmente con poca luz natural.
Si se opta por un azul claro como color principal en una habitación hay que crear ambiente y equilibrarlo con tonos cálidos de muebles y telas. Para fomentar la relajación en las áreas sociales (habitaciones familiares, salas de estar, cocinas grandes) considera azules más cálidos (bígaro) o azules brillantes (azul celeste o turquesa).
El azul se sabe que tiene un efecto calmante cuando se usa como color principal de una habitación. Escoge tonos de azul más suaves. El azul oscuro tiene el efecto contrario y puede evocar sentimientos de tristeza. Abstente de emplear azul oscuro en tu esquema de color principal y quédate con los tonos más claros para dar a ti y a tus seres queridos un efecto tranquilo.
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El Verde es el color del balance. Provoca equilibrio, armonía, pero también aburrimiento. Es el color más relajante para la vista, probablemente por ser el resultado de la combinación de la cualidad refrescante de color azul y la vivacidad del amarillo. El verde es adecuado para casi cualquier habitación de la casa. En la cocina, enfría las cosas.
En una sala de estar relaja (se cree que alivia el estrés y ayuda a la gente a relajarse) pero tiene suficiente calor para promover la comodidad y la unión. El verde tiene un efecto calmante cuando se utiliza como color principal para la decoración. También se cree que ayuda con la fertilidad, por lo que es una gran opción para el dormitorio.
- El Púrpura es el color espiritual. Simboliza la verdad y la autenticidad, aunque también introversión y decadencia. En sus tonalidades más oscuras (berenjena) es rico, emocionante y sofisticado. Se asocia con el lujo y la creatividad y, como color secundario, da sensación de profundidad. Los tonos más suaves de púrpura (como lavanda y lila) contribuyen a la misma calidad de descanso en los dormitorios como el azul, pero sin el riesgo de sentir frío.
- Los Neutrales (negro, gris, blanco y marrón) son básicos en decoración. Todos los colores neutrales caen dentro y fuera de moda, pero son muy flexibles para animar o calmar los ánimos. El negro es el más utilizado en pequeñas dosis para acentuar. Algunos expertos sostienen que cada habitación debe tener un toque de negro para aterrizar el tono de color y darle profundidad. Para hacer el trabajo más fácil puedes usar la rueda de color, que es la herramienta de diseño de interiores de color más importante.
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El techo representa una sexta parte del espacio en una habitación. Con demasiada frecuencia se hace nada más que una capa de pintura blanca. De hecho, durante décadas, el blanco ha sido considerada como la mejor opción para los techos. Por norma general, cuando los techos son más brillantes que las paredes se sienten más altos, y si son más oscuros se sienten más bajos.
El que estén más bajos no tiene por qué significar claustrofobia: los techos bajos visualmente son más acogedores. Normalmente, las paredes oscuras hacen que una habitación parezca más pequeña, y las paredes con luz hacen que una habitación parezca más grande.
Como vemos, la influencia de los colores en nuestro sistema nervioso es muy compleja, pero sin duda apunta a una realidad: el color es otro aspecto del mundo que nos rodea, y el ser humano esta constantemente impactado por su entorno. Estas opiniones generales son un buen punto de partida cuando busques un color de pintura. Pero la elección del color es un asunto muy personal. Tú eres quien tiene que vivir con tu nuevo color de pintura, así que elige un color que se adapte a ti, tu familia y tu estilo de vida.
Fuentes:
http://www.lavidalucida.com/los-colores-y-como-afectan-nuestra-humor.html
http://curiosidades.batanga.com/4447/como-afectan-los-colores-al-ser-humano
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