La «Caretta Caretta», conocida también como «tortuga boba», es una tortuga marina cuyo hábitat se distribuye por todos los océanos y mares (tropicales y subtropicales) en un área muy extensa. Es común en aguas superficiales del talud continental, tanto en áreas de alimentación como durante las fases migratorias (reproductora o nutricional). Esta especie pasa por distintos hábitats a lo largo de su desarrollo.
Tras la eclosión de los huevos, los pasa en hábitats pelágicos. La duración del estadío pelágico es muy variable (de entre tres y diez años) dependiendo de los individuos y los distintos océanos. En esa fase juvenil pelágica realiza migraciones anuales entre las áreas de invernada y las de alimentación, también pelágicas. Una de las áreas de concentración primaveral y estival de ejemplares jóvenes es el Mediterráneo Occidental y principalmente las aguas que rodean las Islas Baleares.
Los adultos pasan los periodos invernales en aguas poco profundas con actividad muy reducida. Cuando llegan a una talla del caparazón de 52 cm (con edades comprendidas entre 7 y 10 años) se asientan en hábitats bentónicos. La fase bentónica juvenil hasta alcanzar la madurez sexual y retornar a las playas de reproducción de las que son originales puede durar hasta 20 años. Durante este periodo y posteriores muestran gran fidelidad a las áreas de alimentación y vuelven a las mismas tras las migraciones reproductoras.
Florida es el sitio de anidación más popular del mundo, con más de 67.000 nidos construidos por año. En el Océano Índico, a lo largo de la costa africana, también se producen muchas anidaciones de estas tortugas. Los machos pasan toda su vida en el océano, en aguas costeras y poco profundas, y las hembras se adentran brevemente en tierra solo para desovar.
Puede pasar hasta un 85% del tiempo sumergida, y los machos bucean más que las hembras. El promedio de duración de las inmersiones es de 15 a 30 minutos, pero pueden permanecer sumergidos durante un máximo de cuatro horas e incluso durante los meses más fríos del año pueden estar sumergidas hasta siete horas para emerger durante sólo siete minutos para respirar.
Es una tortuga marina de tamaño medio que puede llegar a alcanzar una longitud recta del caparazón de 120 cm y un peso de 200 kg (aunque se han encontrado ejemplares de más de 2,5 metros de largo). Es la tortuga más grande, tras la «tortuga laúd».
Tiene una cabeza de gran tamaño con pico y cuello muy robustos y una coloración dorsal marrón con bordes rojizos o anaranjados Se caracteriza por presentar dos pares de escamas prefrontales en la cabeza. El caparazón dorsal muestra 5 escamas vertebrales y 5 escamas costales y 11-13 marginales a cada lado.
Presentan dos uñas en las extremidades delanteras. No hay diferencias externas de género hasta que el animal se convierte en adulto. La diferencia más obvia es que los machos adultos tienen colas más gruesas y cortas. Una característica curiosa de estas tortugas es que los ejemplares más jóvenes de las tortugas bobas cuentan con 3 crestas en el caparazón que pierden según van alcanzando la madurez.
Para diferenciar a la tortuga boba de otras tortugas marinas hay que fijarse en su gran cabeza y en los parásitos y algas que residen en el caparazón de los adultos. Se tiene constancia de más de 100 especies de animales y 37 tipos de algas que viajan por los océanos del mundo a lomos de la tortuga boba.
La Caretta tiene una baja tasa de reproducción: la hembra realiza cuatro puestas para pasar a un estado de reposo reproductivo hasta dos o tres años después. Llega a la madurez sexual entre los 17 y 33 años y vive un máximo de 67 años. Según los criterios de la Unión Mundial para la Naturaleza tanto en el ámbito mundial como para las poblaciones atlántica y mediterránea es una especie en peligro de extinción. A pesar de esto, la población atlántica más importante que se reproduce en distintas playas de Florida muestra en las últimas décadas un aumento creciente tanto en el número de nidos como en el número de tortugas que eclosionan anualmente.
Esta tendencia positiva en las principales áreas de reproducción puede tener efectos favorables sobre la especie y sobre la abundancia en aguas españolas. Se tienen evidencias de migraciones para la anidación de 14.500 km. El Mar Mediterráneo es una especie de guardería para las crías así como un lugar común para los adultos durante los meses de primavera y verano. Casi el 45% de la población juvenil del Mediterráneo ha migrado desde el Atlántico. Grecia es el sitio de anidación más popular a lo largo del Mediterráneo, con más de 3.000 nidos por año.
Después de incubar durante alrededor de 80 días, las crías cavan para salir a la superficie y se dirigen al mar donde residen en esteras de algas flotantes. Por lo general ocurre por la noche cuando la oscuridad aumenta la posibilidad de escapar a la depredación. Las crías entran en el océano y se guían por el brillo del horizonte que crea por el reflejo de la luna y de las estrellas de la superficie del agua. Las crías pueden perder hasta un 20% de su masa corporal debido a la evaporación del agua en su viaje desde el nido al océano. Una vez en el océano nadan durante aproximadamente 20 horas para alejarse de los peligros de la costa.
Como muchas otras tortugas cuentan con numerosos depredadores, sobre todo de sus huevos y en el momento siguiente a la eclosión. Sus huevos son devorados por escarabajos, hormigas, cangrejos, serpientes, aves y seres humanos. Durante su migración desde sus nidos hasta el mar, las crías son también presa cangrejos, sapos, serpientes y gran variedad de aves marinas. Ya en el océano, los depredadores de las crías de la tortuga boba son el pez loro, morenas y cangrejos. De adultos solo los tiburones más grandes como el tiburón tigre o toro son capaces de cazarlos junto con mamíferos como la orca e incluso focas.
Estas tortugas no han sido una especie muy apreciada por su carne o huevos entre los seres humanos, aunque sí se han consumido (menos que otras especies). En México, por ejemplo, los huevos de tortuga son una comida común, considerada un afrodisíaco.
La población mediterránea, mucho menor que la atlántica (unas 2.000 hembras reproductoras), muestra mayor estabilidad en el número de anidamientos y en el de eclosiones anuales, pero está muy amenazada tanto en las playas de puesta (debido a la ocupación de playas, contaminación y turismo) como en el mar (pesca, contaminación y tráfico marítimo). La principal amenaza en aguas del Mediterráneo es la pesca y principalmente el palangre de superficie dirigido tanto al atún como al pez espada. La flota española y la italiana que pesca en el Mediterráneo occidental puede capturar mas de 40.000 tortugas anuales de esta especie, principalmente juveniles.
Otros artes de pesca como el arrastre de fondo en el Mediterráneo también afectan a ésta y otras especies. En el Atlántico, sobre todo las redes de enmalle a la deriva italianas, francesas y marroquíes (en el Estrecho de Gibraltar) son el principal peligro procedente de la pesca. Otros peligros para la especie son el tráfico marítimo, tanto comercial como el turístico, la contaminación, las manchas de petróleo e hidrocarburos, las redes y artes «fantasma» y la ingestión de plásticos de diferente origen.
Vídeo:
https://www.youtube.com/watch?v=8b6LOtJJBzU
Fuentes:
http://www.oei.es/divulgacioncientifica/opinion0036.htm
http://www.fordivers.com/es/fauna/especie/tortuga-boba/
Más información: Atlas y Libro Rojo de los Anfibios y Reptiles de España
http://www.asturnatura.com/especie/caretta-caretta.html#nomenclatura-clasificacion
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