Aderezar las comidas con picantes, por costumbre, puede beneficiar la salud. Su sabor tan fuerte y su aspecto indigesto enmascaran muchas propiedades que los científicos empiezan a tomar muy en serio.
Fue Diego Álvarez Chanca (un médico que viajaba con Cristóbal Colón en su segunda expedición a las Indias) el primero en llevar picantes a España y describir sus cualidades y usos medicinales 1494. Emulando al médico de Colón, la Universidad de Tasmania ha llevado a cabo un estudio que asegura que un consumo regular de picante, formando parte de una dieta equilibrada, mejora el control posprandial de la insulina y disminuye el riesgo de diabetes entre la población obesa.
Kiran Ahuja, primer firmante del estudio que acaba de ser publicado en American Journal of Clinical Nutrition, asegura que los picantes son muy ricos en antioxidantes y que anteriormente se han descrito propiedades analgésicas y antiinflamatorias vinculadas a su consumo, y una inhibición del desarrollo de células cancerosas en páncreas: «Lo nuevo es que el picante disminuye el contenido graso y energético de la dieta en el acto mismo de la digestión, además de mejorar el control de la insulina en un 60%».
Los picantes contienen muchas sustancias beneficiosas para la salud. Una de ellas es la capsicina (nunca más de 2%). Tienen también un alto contenido de potasio y vitaminas A y C, además de bajo contenido en sodio. Contienen hierro, magnesio, tiamina, riboflavina y niacina. Una comida incluya el picante acelera el ritmo metabólico en 25%, provocando un consumo adicional de 45 calorías y reduciendo las grasas de la dieta. Es una excelente forma de agregar sabor a las comidas, sin un sólo gramo de grasa.
La presencia del picante como condimento no sólo consigue dar un toque especial a ciertos platos que podrían resultar insípidos sin su presencia, sino que también les añade muchas propiedades y ciertos poderes curativos. Investigaciones han revelado que la capsicina podría desnutrir las células cancerígenas antes de que éstas causen algún tipo de problemas. Además, es un poderoso antioxidante. También es un expectorante y descongestionante natural y ayuda a prevenir la bronquitis.
Son muchos los usos y beneficios que asocian a la capsicina. uno de ellos es su empleo como analgésico en patologías como psoriasis, artritis reumatoide o neuralgias. El director del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Granada y Catedrático de Fisiología en la misma, Jesús Rodríguez Huertas, explica que la acción calmante de esta sustancia se debe a que «en dosis bajas y controladas actúa sobre los receptores del dolor y cambia el foco de atención engañando al sistema nervioso central».
A esta sustancia química también se le atribuyen otras virtudes, desde poder anticancerígeno hasta su acción como adelgazante, pasando por cualidades de afrodisíaco. Sin embargo, Rodríguez advierte que hay que ser cauto porque «lo que conocemos es muy poco. Hay que investigar y trabajar mucho. Lo que sí es cierto es que tiene un potencial enorme en distintas aplicaciones».
El especialista señala que las investigaciones que han demostrado los beneficios de la capsaicina en el tratamiento de algunos cánceres como el de pulmón son todos estudios en cultivos celulares.
Estos hallazgos apuntan que, selectivamente, la capsicina es capaz de destruir muchas de las células cancerígenas sin alterar mucho las sanas. La capsicina tiene acción adelgazante y poder afrodisíaco. El especialista afirma: «Estamos intentando hacer un proyecto de investigación para probar que la quimioterapia y la radioterapia serían más eficientes si a través de la dieta incrementamos la cantidad de capsicina como coadyuvante, pero está una fase inicial».
Pero al mismo tiempo, la capsicina puede incrementar la incidencia en algunos tipos de cáncer del tubo digestivo, sobre todo de la parte media superior. Rodríguez no recomienda la ingesta de pimientos picantes a personas con propensión al cáncer de colon o estómago.
Aunque parezca una paradoja, el especialista señala que «en el estómago se produce un gran contacto con la capsicina y cuando las cantidades son elevadas y mantenidas en el tiempo actúan sobre los epitelios y pueden alterarlos en un porcentaje bajo que es preocupante». En grandes dosis, el picante resulta un poderoso irritante y no se recomienda su ingestión a quienes padecen enfermedades como úlceras o gastritis, y a quienes sufren de hemorroides.
En la medicina alternativa se aconseja cada vez más incluir el picante en la dieta habitual (sin abusar) porque según los naturópatas, es un antiséptico y estimula la circulación.
¿Por Qué Pica Tanto?
La capsicina es la principal responsable del picante. Es muy activa (más de 100 veces más potente que la piperina, responsable del picante en la pimienta). No tiene olor ni siquiera sabor; simplemente estimula la liberación de neurotransmisores, que a su vez incentivan los puntos receptores de dolor en la lengua y el paladar. En respuesta a este dolor, el cerebro libera endorfinas, que incrementan el metabolismo, liberando más saliva y transpirado por la piel en forma de sudor.
Esta concentración de capsicina, se mide en unidades Scoville (en honor al farmacéutico Wilbur Scoville que en 1912 inventó esta escala para medir el grado de picante). Una unidad en esta escala es también una medida de capsicina. El nivel de picante puede variar de una planta a otra debido a las condiciones medioambientales del cultivo de la planta, por lo que la medición siempre es un promedio.
Fuentes:
http://www.consumer.es/seguridad-alimentaria/sociedad-y-consumo/2006/08/01/24510.php
http://www.zonamayaholistico.com/AR_Chile.htm
Más información:
http://www.20minutos.es/noticia/2348010/0/picante-pimiento/capsaicina/beneficios-salud/
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